Comienza el año y en la mayoría de las empresas es tiempo para pensar, e incluso para poner, los objetivos para este 2016.
El tema de los objetivos no es ni mucho menos baladí, bien definidos en ellos puede radicar el éxito de la gestión de muchos procesos como el de la revisión del desempeño o el plan de desarrollo, y, también, sin duda alguna, los resultados de la compañía.
Por eso no deja de sorprenderme que a veces se afronten como un mero trámite y que no se dedique más tiempo a buscar modos más efectivos para acometer esta tarea.