El machine learning es una rama dentro de la Inteligencia Artificial que se encarga de crear sistemas con capacidad de aprendizaje propia. No hablamos de magia, ni de ingeniería genética aplicada a robots. Es todo más matemático. Se trata de algoritmos que trabajan con una gran cantidad de datos y que son capaces de identificar patrones, a partir de los cuales pueden predecir comportamientos futuros.
Dicho así, suena muy aburrido, pero la verdad es que da para pensar un rato sobre cómo pueden cambiar nuestra sociedad y, en concreto en este post y dada la temática del blog, cómo puede cambiar la gestión en Recursos Humanos.
Hoy jugaremos a esto. No es un ejercicio científico, es un ejercicio de imaginación (partiendo de información), teniendo en cuenta que, con la inteligencia artificial, casi todo lo que imaginemos puede llegar a ser real… e incluso puede estar ocurriendo ya.
Selección
La información sobre los candidatos ya está ahí fuera. No sólo es que los sistemas podrán detectar que personas estan más inclinados a un cambio de trabajo, y de ellos cuáles encajaran más con la descripción del puesto que van a cubrir. Si no que, además, cuando tengan los resultados de desempeño de las personas contratadas, podrán relacionar ambos procesos y perfeccionar el algoritmo de selección, afinando cada vez más los detalles que definen la nueva posición y las preguntas que se hagan al nuevo candidato.
¿Para qué se necesitará que alguien se lea 100 currículos cuando un programa podrá hacer la criba inicial en menos tiempo y cada vez más acertada? La capacidad predictiva será tal, que mediante el análisis de datos se podría encontrar a alguien que no está en búsqueda activa (pero que su actividad en redes sociales muestre que podría estar interesado en estarlo) como el candidato ideal de una vacante que aún no se ha producido (pero los datos de la persona que la ocupa indica que está próxima a producirse). Las entrevistas entre “humanos” quedaran para la fase final. Además, a la hora de hacer la oferta económica, esto sí que es matemática pura, así que no me cabe duda que las máquinas lograrán determinar en base a los datos que manejen la cifra exacta que hará decantarse a cada persona. No me cuesta pues imaginar un futuro, no tan lejano, en que las máquinas tengan un porcentaje de acierto más alto que los humanos en cuanto a éxito de contrataciones.
Formación y Desarrollo
La clave aquí, y en el resto de áreas con las que estamos jugando a adivinos, es poseer un sistema centralizado de gestión de los datos de personal y de comunicación entre los propios empleados. Un repositorio único donde recoger toda la información sobre los procesos de la empresa, pera también sobre las conversaciones o comentarios que se den en la red social de la misma.(Sí… el BIG DATA… hay que ver como gusta últimamente utilizar esta palabra)
De este modo es fácil deducir que se tenderá a escenarios donde la formación sea cada vez más personalizada y orientada a alcanzar objetivos reflejados en la evaluación de desempeño o en el plan de desarrollo. Además, en el caso de sistema de formación virtuales, estos tendrán la capacidad de corregirse y mejorarse a sí mismos en función del impacto que genere en cada persona (cotejando a tiempo real datos con el desempeño y evaluación competencial)
Estos sistemas potenciaran el aprendizaje con más impacto, que es el aprendizaje mediante experiencias. Hologramas, realidad aumentada… simuladores donde las personas podrán aprender haciendo lo mismo que en un entorno real y que se irán perfeccionando y adaptando en función del avance de los alumnos.
La manera de desenvolverse en estos casos prácticas casi reales, sumado a la información que se recoja sobre su influencia real en las redes corporativa, permitirá a estos sistemas designar sucesores de manera objetiva y con unas posibilidades de acierto que gracias al machine learning irán progresivamente en aumento.
Desempeño
Todo aquello que el trabajador realice con alguna herramienta informática (ordenador, móvil, Tablet, Google glasses…), es decir casi todo lo que haga, dejará una huella real sobre su rendimiento. A partir del número de comunicaciones e interacciones podrán crearse patrones que nos puedan alertar cuando la motivación y el compromiso del empleado están descendiendo y por tanto adelantarnos a un mal desempeño antes de que se convierta en algo irreversible.
El desempeño debería poder calcularse casi en tiempo real en función de los datos que el empleado evaluado y su entorno proporcionen al sistema de gestión integral del empleado. Habrá comportamientos que detecte y grabe la propia herramienta, y otros que se generarán mediante feedback directo o indirecto (comentarios o datos sobre un determinado proyecto que se introduzcan en la herramienta)
El sistema deberá proporcionar al empleado sus propios reportes de feedback regularmente (posiblemente cada semana) con consejos en base a la información que vaya recogiendo, cuya utilidad y exactitud irá in crescendo.
Se podrá generar un ranking de desempeño en tiempo real, probablemente envuelto en un concepto de gamificación, y el propio sistema será capaz de predecir la evolución del desempeño de cada empleado a partir de los datos históricos que se vaya produciendo. De manera que incluso se podrán hacer simulaciones acerca de cómo rendirá tal y cual persona en función de si la asigno o no a un determinado proyecto.
Compensación y Beneficios
Aquí no me voy a extender mucho. Esto es pura matemática, habrá diferentes variables: sueldo actual, compa-ratio, desempeño, porcentaje de que un empleado abandone la empresa … que determinarán claramente el sueldo del empleado y sus incrementos salariales. Seguramente los sistemas manejen (e incluso compartan) datos con otras empresas del sector para una mayor precisión…
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Y hasta aquí el ejercicio que me lleva a una reflexión… Si me resulta fácil imaginar todo lo que pueden lograr las máquinas cuando se coordinan para perfeccionar su aprendizaje en base a la experiencia… ¿Por qué mucho humano en lugar de quejarse de la amenaza que suponen no empieza a imitarlas?
Creo sinceramente que el elemento humano seguirá aportando el valor diferencial en Recursos Humanos (sino haría ya las maletas). Pero creo que nuestra capacidad para aportar ese “extra” crecerá exponencialmente si imitamos el comportamiento del machine learning, compartiendo conocimiento para ir perfeccionando nuestro trabajo no sólo en función de nuestra capacidad individual sino de la experiencia de todos los que formamos parte de este sector.
El human learning no podrá competir a nivel de cálculo matemático con el machine learning, pero ellos nunca podrán competir en imaginación, intuición y, sobre todo, emoción… que por mucho que alguno cuestione, es lo que mueve el mundo en general y las empresas en particular.
El mensaje que nos envía el machine learning desde su más absoluta lógica es que el progreso no se construye de manera individual sino colectiva. Precisamente la tecnología, las redes sociales, nos dan la posibilidad a las personas de estar conectados. Ya no hay excusas para acumular conocimiento en nuestro reino de taifas en modo huraño… todos juntos somos más que cada uno por separado. El ego desmedido es uno de los mayores enemigos de la evolución.
No temamos a las máquinas, imitemos lo mejor de ellas y añadámoslo a nuestra esencia humana, no para ser imprescindibles, sino simplemente para ser mejores como especie.
A fin de cuentas, creo que ese es nuestro único deber y misión en la vida.
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