Hoy quiero hablaros de mi primer proyecto de transformación digital y de lo que aprendí de él.
Fue a principios de los ochenta. Sí, tan pronto. Ya lo sé, a algunos no os salen las cuentas mirando mi foto de avatar. Así que os confirmo, era un niño entonces. Y no, no seáis mal pensados, no fue un proyecto en Asia reportando a un joven empresario gallego que empezaba a acumular fortuna vendiendo ropa. No hubo explotación infantil.
Sí fue un proyecto casi internacional, al menos tuvimos que cruzar el estrecho. Sucedió en Ceuta. Allí acudí con mi familia. Estaba a punto de entrar en nuestras vidas el reloj digital.